Acepta que tus ideas pueden no ser válidas para siempre. Recuerda de dónde partiste tú; de la inconformidad y el deseo por el cambio. Ahora es el turno de alguien más.
Puede que tú resultes ser quien otras personas intenten derrocar.
Es justo que alguien resulte inconforme con los métodos que tú usaste. No repitas los errores de quienes estaban en tu puesto antes.